Orígenes del Labrador Retriever

El Labrador Retriever está considerado como una raza de origen inglés. El estándar inicial fue establecido por los ingleses, que fijaron el tipo del Labrador actual. Pero, ¿cuáles son los verdaderos orígenes de esta raza? Pasemos de la leyenda que dice que el Labrador surgió por el cruce de un perro y de una nutria, y atengámonos a los hechos verdaderos.

El Labrador actual es descendiente directo de los "perros negros de agua" importados de la isla de Terranova a Inglaterra desde el año 1814. En esa época coexistían en Terranova dos tipos de perros: el "Perro de Saint John" y el "Gran perro Terranova". El primero originará al Labrador Retriever, mientras que el segundo al Terranova. El perro de Saint John fue utilizado por los pescadores para recoger los peces muertos que se escapaban de las redes en esas aguas glaciales donde el hombre evitaba mojarse. Este perro de tamaño más pequeño que el Terranova era mejor recobrador y, además, su pelo más corto no se cargaba de hielo.

Los ingleses, que buscaban desde hacía tiempo un buen perro recobrador de agua para la caza, importaron estos perros de Saint John y los cruzaron particularmente con Setters y Pointers para establecer el tipo actual y crear un fabuloso perro recobrador como es el Labrador Retriever. Desde principios del siglo XX, la raza evolucionó ya muy poco.

Esta parte de la historia del Labrador es bien conocida y aceptada por todos. Pero lo que aún suscita controversias es la historia que le precede. ¿De dónde provienen estos perros de Saint John? Si algunos creen que estos perros podían estar en la isla desde antes de la llegada de los europeos a América, otros han expuesto nuevas hipótesis. Según éstas, encontramos en Portugal y en textos antiguos, un perro con la morfología y características muy parecidas a las de los perros de Saint John, el "cane di castro laboreiro".

La similitud fonética entra "Laboreiro" y "Labrador" puede ser tan sólo una coincidencia, pero ¿por qué haber llamado "Labrador" a un perro nacido en la isla de Terranova? Además, los perros primitivos encontrados con los indios se parecían más a perros lobo tipo Spitz que a perros continentales de orejas colgantes. Otro argumento de esta hipótesis es que en la pesca del bacalao, los portugueses se aventuraban a menudo en las aguas frías del este americano. Y, por tanto, es probable que algunos de los perros que acompañaban a los marineros portugueses fueran dejados allí y prosperaran.