Bulldog Francés
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Origen: Francia
Aptitudes particulares: Perro de compañía y de guardia.
Esperanza de vida: -
Talla del macho:30 - 36 cm.
Peso del macho: 8 - 14 kg aprox.
Talla de la hembra: 28 - 34 cm.
Peso de la hembra: 8 - 14 kg aprox.
Standard FCI: Grupo 9 - Sección 11 |
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Resumen histórico de la raza
El Bulldog Francés es una raza que probablemente descienda, como todos los dogos, de los Molosoides de Epire y del Imperio Romano (parientes ambos del Bulldog Inglés), de los Alanos de la Edad Media y de los dogos y doguillos de Francia. El Bulldog francés que nosotros conocemos es producto de diferentes cruces que efectuaron criadores apasionados de los barrios populares de París en la década de 1880. Estos perros, en esa época, eran compañeros de los trabajadores del mercado central de París.
Aunque esta simpática raza conquistó muy pronto a la alta sociedad y a los artistas, debido a su particular físico y a su extraordinario carácter. El primer club de esta raza se funda en 1880, en París, dónde si no. El primer estándar se establece en el año 1898, año en el que se reconoce a la raza Bulldog Francés.
Apariencia general
La raza Bulldog francesa es una raza robusta a pesar de su pequeña talla y de sus proporciones reducidas y algo rechonchas. Su pelo es raso y su cara corta y chata. Posee un aspecto de un animal activo, despierto, muy musculado, con de una estructura compacta y unos huesos sólidos.
Su cabeza es fuerte, ancha y cuadrada y está cubierta por la piel, la cual forma pliegues y arrugas casi simétricas. Su trufa es ancha, muy corta y levantada. Sus ojos grandes, bien redondeados y ligeramente saltones, denotan una expresión despierta. Los ojos se presentan bajos y bastante apartados de la trufa y de las orejas. Sus orejas son de tamaño mediano, anchas en la base y redondas en la punta. Están erguidas. La piel de las mismas es fina y suave al tacto.
Temperamento y comportamiento
Es un perro sociable, estremadamente alegre, juguetón y despierto.Además de su apariencia característica, su carácter forma parte de su encanto inimitable. Su cualidad más grande es el afecto que consagra a su dueño. Es un perro que prefiere más la presencia de sus dueños que largas caricias o juegos infinitos.
Evidentemente, este amor exclusivo puede volverle celoso y posesivo y el dueño debe ser firme y no ser esclavo de sus antojos. Una buena educación desde la edad más joven es primordial. Hay que mostrarse firme sin exceso y usar guante de terciopelo en una mano de hierro.
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