Mastín Español
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Origen: España
Aptitudes particulares: Perro guardián, pastor y de caza
Esperanza de vida: 12 años
Talla del macho: 77 - 87 cm. aprox.
Peso del macho: 58 - 78 kg aprox.
Talla de la hembra: 70 - 82 cm.aprox.
Peso de la hembra: 55 - 75 kg aprox.
Standard FCI: Número 91 - Grupo 2 |
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Resumen histórico de la raza
La raza tiene su origen en el sudoeste de España, en Extremadura más concretamente. El Mastín español es descendiente del Moloso romano, del Mastiff e, indirectamente, de dogos importados por los fenicios a Europa hace más de dos mil años. En otro tiempo fue utilizado para combatir contra otros perros, pero también en la guerra e incluso en la caza de jabalíes...
De todas formas, su uso principal y por el que es más reconocido actualmente es por el de protector de rebaños y guardián de propiedades. Ejerciendo estas dos funciones se ha labrado una más que ganada reputación de seriedad, eficacia y eficiencia.
Apariencia general
Pero de gran tamaño. Tan grande como su mucha fuerza y musculatura. Y es que estamos ante una raza corpulenta y compacta. Su ladrido va acorde con su tamaño: es profundo, grave, sonoro y perfectamente audible a una distancia considerable. Es un perro tremendamente inteligente, como se percibe a través de su mirada, muy expresiva. Su cabeza y su cuerpo están recubiertos de un pelaje semilargo.
Su pelaje es duro, espeso, semilargo y liso. Está repartido por todo su cuerpo. Encontramos en el Mastín español dos tipos de pelo: un pelo de cubierta sobre la espalda y otro de protección sobre los costados. El pelaje es algo más corto sobre los miembros y más largo y sedosos en la cola.
Temperamento y comportamiento
Estamos ante un perro antigua, utilizado en tiempos inmemorables durante las trashumancias españolas de los pastores. El Mastín español es un can con un magnífico carácter, calmado y equilibrado. No por ella deja de ser un guardián excelente. Los individuos machos son menos afectuosos que las hembras. Éstas necesitan más gestos de aprecio y cariño. Son unos perros conscientes de su fuerza y saben que con ella pueden hacer daño. Esto quiere decir que aunque un perro bien adiestrado no es de temer, necesita eso: un buen adiestramiento y una correcta educación.
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