Angustia por separación
No es inhabitual que los animales de compañía se sientan angustiados en determinadas circunstancias. Por ejemplo, en el momento de una visita al veterinario. Sin embargo, cuando un animal al que han dejado sólo siente una angustia o desamparo excesivo, se trata de angustia por la separación, la forma de angustia más frecuente en los perros.
Poco importa la forma en la que se manifieste la angustia por la separación. En cualquier caso, deberías consultar a tu veterinario. Esta inconsolable tristeza puede ser tratada generalmente con éxito gracias a la modificación del comportamiento emparejada a la administración de ansiolíticos. El veterinario querrá establecer los antecedentes médicos del perro, informarse sobre su comportamiento y proceder a un examen médico completo para asegurarse de tener en cuenta todos los factores posibles.

Para corregir la angustia por la separación, los propietarios deberían pedir ayuda a un guardián que pudiera ocuparse del perro y distraerle en su ausencia. El perro no se concentrará en sus comportamientos destructores e se insensibilizará progresivamente a la ausencia de sus dueños. Los perros que sufren este tipo de angustia deberían seguir también un curso de adiestramiento con el fin de aumentar su confianza en ellos y en su dueño. Hay que evitar cueste lo que cueste castigar el perro. Sin embargo, hay que evitar también recompensar al perro angustiado reconfortándolo y calmándolo una vez se produce el regreso a casa. La vuelta debería ser apacible y tranquila, como si tal cosa, para restarle importancia al trance de que haya estado sólo.
Los dueños deberían intentar reducir el tiempo que pasan con su perro hasta que éste dependa menos de ellos para su estimulación. Pueden, por ejemplo, pedirles a amigos o vecinos participar en las actividades diarias del perro. Estas personas externas podrán jugar más a menudo con el perro, hacerle realizar tareas que le alejen de casa y pasar más tiempo con él, con la finalidad de que se haga un animal más independiente.
Finalmente, hay que enseñarle al perro que sufre de angustia por la separación a que esté a gusto en diferentes entornos, con o sin su dueño. Acostumbrándolo a toda clase de situaciones, podemos educarlo a aceptar las que se presentarán sin sus dueños. Como último recurso, el veterinario podrá prescribir ansiolíticos que podrás utilizar en combinación con la modificación del comportamiento. El objetivo de esta combinación es conseguir reducir o suprimir totalmente (aunque debe hacerse progresivamente) las medicinas, una vez corregido el comportamiento anormal del perro.
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