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Agresividad en el perro
Los comportamientos agresivos como los gruñidos y las mordeduras pueden manifestarse en todas las razas, ya se trate de un Cocker, de un Pit bull o incluso de perros pequeños, como los Chihuahuas.Es extremadamente difícil corregir un comportamiento agresivo y hay que dedicarle mucho esfuerzo y, sobre todo, muchísima paciencia. Primero debemos determinar si el comportamiento agresivo es causado por miedo o si está atado a su temperamento naturalmente dominante, porque el tratamiento será diferente según la causa. Intentar resolver el problema sin ayuda de un veterinario es posiblemente difícil. Por ello, nuestro consejo es que acudas a él.
La agresión atada a la dominancia (agresión jerárquica) es corriente. El perro que manifiesta este tipo de dominancia tiende a lanzar miradas a otros animales con las orejas tiesas y llevadas hacia delante. Su cabeza permanece alta y adopta una postura rígida, con su cola alta u horizontal. Este lenguaje corporal contrasta con el de un perro sometido, que tiende a evitar el contacto visual, a bajar la cabeza y la cola, a tumbar las orejas y a adoptar una postura puesta en cuclillas.
Los problemas llegan generalmente cuando los humanos descifran mal los signos de dominancia en el perro. Así puede pasar que, en señal de afecto y sin mala intención, un niño mire intensamente al perro. Este último interpretará esta actitud como un signo de dominancia o de agresión por parte del niño y podrá llegar a reaccionar tornándose agresivo y mordiéndole. La agresión jerárquica puede producirse en individuos de cualquier raza, ambos sexos y a cualquier edad. No obstante, son sobre todo los machos no castrados los más conflictivos y, generalmente, los perros de raza pura más que los cruzados.
La corrección de la agresión jerárquica es difícil, no sólo para el dueño de conocimientos de adiestramiento medios, sino que también lo es para los adiestradores profesionales. Un veterinario puede ayudarte a emprender un programa de corrección o recomendarte a un especialista en comportamiento canino. Para conseguir corregir el problema de agresividad, debemos:
1) Comenzar por evitar las situaciones que activen su agresividad.
2) Evitar los castigos (el dolor provoca mayor agresividad). El hecho, por ejemplo, de forzar a un perro a ponerse en cuclillas sólo empeorará la situación.
3) Aplicar técnicas de desensibilizacion. Un ejemplo sería poner gradualmente al perro en diversas situaciones.
4) Acostumbrar al perro a señales de dominancia por parte de su propietario. Por ejemplo, retirarle su tazón de alimento o mirarlo fijamente.
5) Obligar al perro a que obedezca a órdenes antes de recompensarlo (jugando con él o acariciándolo, por ejemplo).
6) Utilizar diversas técnicas de contra-acondicionamiento.
Como la mayoría de los perros que tiene un comportamiento de agresión jerarquía son machos no castrados, la castración debería también ser útil.
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