Fases del adiestramiento
Fase de comprensión
Esta fase pertenece al educador y suele ser por lo general rápida, ya que el educador conoce el buen lenguaje, las astucias y la manera de dar a entender al perro lo que se espera de él. El educador se muestra neutro, y no desvela su personalidad al perro hasta el momento de la realización de los ejercicios, juegos o en la colocación de ciertas reglas. Esta fase tiene como objetivo dar a entender al perro el ejercicio proyectado, pero sirve también para mostrarle al dueño que el lenguaje del perro es diferente del que utilizamos habitualmente, y que nos bastará con aprender este lenguaje y estas técnicas para tener éxito.
Para cada ejercicio el educador trabaja primero de todo únicamente con el perro, en presencia de su dueño, por supuesto. Es la ocasión para un dueño, a veces desamparado, de comprobar que es posible hacer obedecer a su perro, esté lo indisciplinado que esté. Así ganará confianza y comprenderá que todo depende del lenguaje utilizado y del sitio jerárquico que cada uno ocupa. Así el dueño observa y aprende las técnicas de educación necesarias que siempre irán acompañadas de las explicaciones necesarias.
Fase de aceptación
El educador toma un papel de traductor e intérprete para la realización de los ejercicios y se asegura que éstos hayan sido bien asimilados por el perro y su dueño. Pero es el dueño quien debe tomar un sitio jerárquico superior y no el educador. Para esta fase es necesario que el dueño pueda pasear y hacer trabajar regularmente a su perro. Es en el momento de los paseos, con fases de juegos alternadas con ejercicios, que la complicidad y los papeles jerárquicos se establecen entre el dueño y su perro. Por ello el dueño debe acostumbrar el perro a respetar las órdenes, las reglas y las consignas dadas.
Es momento de que el dueño tome las riendas Debe tratar de reproducir los ejercicios con buenos gestos y buenas palabras. El educador acompaña y aconseja al dueño en esta labor. En general, son bastantes malas costumbres y reflejos que hay que perder (como repetir las órdenes diez veces o lanzar órdenes con doble sentido). Y es que normalmente no decimos con las palabras lo que expresamos con nuestras posturas corporales.
Fase de asimilación
Entre cada lección el dueño y el perro tendrán tiempo de asimilar las nuevas costumbres que deberán tomar, y practicar los ejercicios y las reglas que hay que establecer en la vida diaria. El fin es restablecer los papeles jerárquicos, para una mejor cohesión. Cuanto mayor sea esta fase, mejor se asimilarán los ejercicios en ambos. Y es que los resultados inmediatos normalmente son engañosos. Si el perro obedezca correctamente después de una larga fase de asimilación es que el ejercicio se ha asimilado bien.
Es el momento de la puesta a prueba. El programa se acaba con una lección en situación real en un parque público donde otros dueños y perros también se pasean. Durante esta lección el educador se borra. Es muy importante que el perro no sospeche que está presente para sí comprobar fielmente los resultados obtenidos, sin la influencia del educador.
La posición del educador será la de observar el comportamiento del dueño y del perro para poder posteriormente dar los últimos consejos al dueño y así finalizar el trabajo de una forma óptima.
|