Correa y collar
Se trata de una de las grandes dificultades encontradas por los ciudadanos que deben permanentemente tener su perro en correa. Sin embargo, basta con de 20 a 30 minutos para que cualquier perro aprenda a andar con correa.
- La correa debe medir de 90 a 100 cm.
- El collar más eficaz, sobre todo durante la fase de aprendizaje, es una cadena simple de gruesos eslabones que llevan en cada extremidad un anillo redondo de gran diámetro.
Principios básicos
El punto esencial que hay que tener en mente es que no se trata de una prueba de fuerza. Cuanto más tires de la correa, más apoyo tendrá el perro sobre el collar y, por tanto, más podrá tirar. La correa y el collar deben servir para transmitir las indicaciones que el hombre le da al perro.
Cuando tires de la cadena, hazlo brevemente y afloja inmediatamente. Repite la operación si el perro no obedece. Finalmente, recuerda que tu perro no nace sabiendo andar con la correa y que, sobre todo, la calle está llena de buenos olores que está deseando olfatear. Para que le obedezca, sé más atractivo que ellas. ¡¡Háblale!!
El buen desarrollo de la marcha
Fija antes de empezar a andar a qué lado vas a querer que ande el perro. Lo normal es que los diestros hagan andar a su perro a la izquierda y los zurdos a la derecha. Tan pronto como la marcha comience, procura atraer la atención del perro hablándole, canturreando. Rápidamente, seguro que el cachorro intentará pasar por delante de tus piernas. La reacción debe ser inmediata: tira secamente sobre la correa y acompaña el gesto con la orden "al pie" pronunciada severamente.
Cruce con un perro
Tan pronto como percibas de lejos una situación que puede plantear un problema, evita poner la correa firme ya que ese gesto pone al perro en alerta. Al contrario, mantén la correa flexible y habla al perro, para llenarlo de informaciones. Eventualmente, hazle ejecutar unas órdenes: "sentado" o "acostado".
La limpieza en la calle
Aprovecha el paseo para hacerle aprender la limpieza en la calle. Cuando el perro desee aliviarse, va más despacio, olisquea, comienza a ponerse en cuclillas,... Hazlo descender con calma a la alcantarilla y felicítalo con la voz por haberlo hecho bien, por estar en el buen lugar. Después de que haga sus necesidades, acarícialo.
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